23 de abril de 2011

Pensé entonces que sería poco, que no era tanto tiempo, que si había estado toda mi vida sin hablar con él ese tiempo no sería nada y que al volver todo volvería a ser como antes, pero entonces llega esa noticia, esa que me paro el corazón por unos instantes y me pregunto si era verdad lo que leía y no producto de una pesadilla. Y era verdad y la realidad me abrumo, ya que el poco tiempo que iba a estar sin él se había multiplicado por tres. Y aunque sé que podría seguir viviendo, aun costándome la vida… no me la imaginaba de otra manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario