8 de octubre de 2018

Septiembre 5

 Es ridículo como es la mente humana. A lo largo del año y medio de relación bromee con dejarlo infinidad de veces, me queje otra infinidad más e incluso pedí a una amiga que lo dejara por mi si llegábamos a los tres años, llegó un momento que me lo plantee de verdad, lo miré a la cara y estuve a punto de decir las palabras. Y aquí estoy ahora, tres semanas después de acabar con todo, a las dos de la mañana, llorando porque lo echo de menos.

Me paso el día ausente, pensando en lo que podría haber sido, en los "y si hubiese hecho esto, y si". Sonrió y me río y hago creer a todos que todo está bien, porque lo está, porque el mundo no para por una relación fallida, por un fracaso, por un no aguanto más estar contigo. No para por un no tenemos futuro juntos, o esos comentarios de teníais una relación rara, dejarte es lo mejor que te ha pasado.

 Y se lo que hice mal, y se lo que debería haber hecho mejor.
Pero no olvido ese abrazo antes de irse, esos besos de no te vayas, no olvido que me cogiera de la mano o se molestara porque nunca podía abrirme la puerta como un caballero, las tardes tirados en la cama viendo películas o como me acariciaba esa parte tan suave de la pierna que él adoraba. No olvido como me miraba con cariño cuando le hablaba emocionada de un tema o esa noche que me leyó Harry Potter y no se me va de la mente.
Pero la cosa se enfrió, dejamos de ser nosotros, deje de suplicarle a besos que no se fuera, empezamos a ver la películas cada uno a un lado de la cama, se canso de escucharme hablar de temas que no le interesaban y de soportar mis cambios de humor. Se canso de mí.
Y yo también estoy cansada de mi misma.

1 comentario:

  1. ¡Hola, Victoria! ^^

    La madre que te parió, la entrada que te has marcado *.* Es que me encanta. No, espera. ME ENCANTA. Así mejor. Ahora vamos a ir por partes, que me has tocado la fibra con esto tan bonito :')
    Cuando una relación sale mal es una putada. De hecho, siempre digo que lo peor es que la culpa sea tuya, más que nada porque los remordimientos son muy putos y, joder, anda que no les gusta apretarnos las tuercas, ¿eh?
    Es posible que esto suene un poco (bastante) masoquista, pero me encantan las historias tristes. Para el caso, los relatos. Supongo que se debe a que guardan muchas verdades por parte de quiénes los escriben. Esa melancolía, esa pena que acaba traduciéndose en una resignación sorda... me encanta, Victoria :')
    Y ahora me voy a meter dónde no me llaman, porque soy así de lista (tonta) y ya sabes que digo (escribo) las cosas o reviento. Te entiendo. Quiero decir, remitiéndome una vez más a los remordimientos, sentirse culpable de haber mandado algo a la mierda es muy jodido. Ahora bien, si el tema está en que hubo un desgaste, en que algo ya no llenaba como lo hacía antes... es culpa de ambas partes, no sólo de una. Que ahora a lo mejor me dices (escribes): "idiota, esto no va de mí", pero bueno, yo sigo xD
    ¿No te pasa que, cuando la lías, la lías a lo grande? Pues a eso me ha recordado tu relato. Al momento de la explosión, ese en el que las dos partes se queman juntas y una es lo suficientemente valiente como para cerrarlo. Pero, ay, cómo duele verse sola. Y no porque no sepamos estarlo, eso nunca, sino porque somos - todos y todas - lo suficientemente idiotas como para valorar lo que teníamos sólo cuando lo hemos perdido.
    Perdona, me he puesto un poco demasiado intensa jajajaja A lo que iba, me ha flipado tu relato :) Una maravilla, Victoria, una jodida maravilla.
    Muchísimo ánimo. Como le dije hace poco a una amiga, "si te muerden, tú muerdes más fuerte" :)
    ¡Un besazo muy pero que muy grande y que pases un maravilloso fin de semana, guapísima! ^^

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