16 de marzo de 2011

Existencia

Entonces pensé el porqué de mi existencia, el porqué de que yo hubiera nacido. ¿Que podía hacer yo por la gente?, ¿para qué me querían aquí rodeada de humanos?
Y entonces la respuesta vino a mi mente cuando él, dulcemente me pasó las manos por la cintura y después de besarme el cuello me susurro al oído “Te Quiero”

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