14 de julio, mi cumpleaños, ya tengo
24 y hoy me he dado cuenta de algo, lleva una cierta edad, y a mi parecer
bastante temprana, en la que los cumpleaños ya no tienen cabida en tu vida,
creces y a la gente ya no le importa tu cumpleaños, ni a la gente ni a la vida.
Aprendes que los cumpleaños son para los niños, y que al crecer pierden importancia, cada año se
celebra menos, cada año te felicita menos gente, cada año se vuelve peor, hay
menos amigos, menos diversión, peor tiempo. Te haces adulta y el día de tu
cumpleaños es solo un día más en el calendario.
Llevo
unos diez años llorando en este día, encerrada en mi habitación sin querer que
pasara mas el tiempo, según mi madre tengo complejo de Peter Pan, pero me veía tan
frágil, tan inocente y pequeña comparada con el mundo que me esperaba que no quería
crecer, tenía miedo de lo que me esperaba ahí fuera, del daño que me fueran a
hacer, y aquí estoy, diez años después con un futuro incierto y con ganas de
acostarme y no volver a despertar hasta dentro de mil años, tan mal encaminada no iba.
Creo
que lo que peor le puede pasar a una persona es crecer, lo pienso desde hace
años y cada día en mi cumpleaños lo confirmo, cada año hay más dificultades en
mi vida, mas malas noticias, mas comederos de cabeza, mas problemas y futuros
sin dirección, incluso a dejado de salir el sol y antes este día era uno de los
más calurosos de Málaga.
Mi
único consuelo es que siempre hay personas a las que si le importo y consiguen
darme un poco de felicidad en este día tan gris. Pero echo de menos tanto ser
una niña y que mi única preocupación sea si mi madre me ha comprado el juguete
que tanto quería.
Los
cumpleaños no son para todo el mundo, y por mí, me hubiera ido hace años al país
de nunca jamás.
Pd:
sé que no es una entrada muy buena, pero necesitaba desahogarme y mi blog es uno de mis
mayores lugares de expresión. La foto la hice yo.
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